jueves, 21 de febrero de 2013

Los empujoncitos de la vida

Muchas veces estamos acostumbrados a que nos digan que hacer. Eso, como todo en la vida tiene su lado malo y su lado bueno. Obviamente se te dicen que tienes que hacer siempre, pues te pasará lo que le pasa a una persona que depende 100% de una calculadora para hacer ejercicios matemáticos; nunca aprenderá a usar su mente ni a resolver por si sola las ecuaciones que tiene al frente.

Muchos de nosotros estamos acostumbrados a aprender mediante un profesor que nos va guiando y nos va enseñando. Pero la verdad de las cosas es que fuera del aula de clases, la vida nos enseña de una forma totalmente diferente. La vida no nos habla al oído para que podamos decidir que tenemos que hacer. La vida no nos da las opciones en bandeja de plata para que podamos escoger entre ellas. 

La vida nos va dando pequeñas muestras, pequeñas dosis de lecciones, pequeños empujones para que nos demos cuenta de lo que está pasando. Y muchas veces, la vida es el mejor profesor de todos. Por eso, si aprendes las lecciones de la vida, te irá bien. Si no las aprendes, seguirás básicamente en el mismo lugar de siempre e infeliz, preguntándote porque las cosas nunca te salen bien. 

Para muestra un botón, muchos de nosotros experimentamos o hemos experimentado el hecho de estar laborando en una empresa donde nuestro tiempo, esfuerzo y valor profesional no se nos respetan. Hoy en día es algo muy común. Por eso, a través del tiempo, el empleado tiende a desencantarse de sus responsabilidades, su empresa y básicamente de su trabajo. ¿Por qué? Porque el o ella cree que no le pagan lo suficiente. El/ella cree que encontrar otro trabajo donde pagan mejor será la solución a su problema. Temporalmente podría ayudar. Pero la verdad de las cosas que otro trabajo (aunque esté mejor remunerado) no resuelve el problema en sí. Mientras tanto, culpan a los jefes, a la vida, al bajo sueldo por su "mal vivir". La verdad es que la solución la tienen ellos, y siempre la tendrán. 

Basta ya de esperar el momento propicio. Ahora es el momento de actuar. Los beneficios de un segundo ingreso puede al corto y mediano plazo otorgarte esa independencia financiera que tanto necesitas. Hoy en día, nadie podría pretender ser un empleado toda su vida, recibir una pensión y vivir bien para el resto de sus días. Te toca a ti, nadie más lo hará por ti. Pregúntanos sobre Klöb y como Klöb puede encaminarte exitosamente a tu independencia financiera. Escríbenos a klobrepdom@gmail.com. 

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